Thursday, July 28, 2011

Gracias, Joe, por este legado tan hermoso:Jair


La entrada de Jair Romero a la Catedral fue sorpresiva. Eran las 11:10 de la mañana y el calor bañaba a los miles de personas que le daban el último adiós a Joe Arroyo.

El hombre que en la telenovela interpreta al fallecido cantante, llevaba de la mano a la ex reina Jeimmy Paola Vargas, la Adela Martelo de la novela, primera esposa en la vida del Joe, la novia de Jair en la vida real, su futura esposa.

Los seguía el ‘Manyoma’ Mauro Castillo, quien se abrió paso con ellos hasta el ataúd. Andrés Suárez (Francisco Vergara) y Diego Vásquez (Fruko) se quedaron un poco más atrás.

Romero, vestido de negro y con gafas oscuras, avanzó lento e imperturbable hasta el ataúd. Debió de sortear un último anillo, donde un grupo de cantaores de ‘Colombia Negra’, enviados por el Ministerio de Cultura, cumplía un ritual de muerte con cantos africanos.

Tan pronto se apareció bajo la gigantesca imagen de María Auxiliadora, se vio atajado por un grupo de periodistas. Como se escucharon gritos y aplausos a su llegada, alguien le preguntó como le parecía el homenaje.

“No creo que sea un homenaje a mí, sino al maestro, a quien traté de emular en la novela. Es un homenaje para él, que es grande”, y habló de la responsabilidad y satisfacción enorme de representarlo, ahora mucho más grande por la ausencia del artista.

Y siguió avanzado, pero la calma le duró hasta cuando divisó el rostro de Joe a través del cristal del ataúd. Entonces comenzó a llorar…

Se abrazó con la viuda Jacqueline Ramón, se estrechó en llanto con el hijo de ella, y a los pocos segundos se sorprendió a sí mismo cantando la letra de los bullerengues del rito. 0yeeeeeeee, Dolores, su piano. Fuego, fuego, fuego el piano, decían los del grupo. A espaldas de Jair, y siguiendo su mismo ritmo, ‘Manyoma’ cantaba con la vista pegada en el techo de la Catedral.

Fueron tantas las lágrimas, que Jair se vio obligado a quitarse las gafas, entonces quedó al descubierto su mirada enrojecida. Se necesitaron 15 minutos para que retomara la calma y hablara, ahora sí, un poco más largo con los periodistas.

“Afortunadamente el homenaje que le estamos haciendo ya lo pudo ver él en vida; y bueno, esté donde esté, gracias, Joe, por este legado tan hermoso que nos dejaste, y por la oportunidad tan grande que me diste de poder estar contigo”, dijo.

Prometió llevar en alto el nombre de Joe Arroyo mientras lo esté personificando, así como era él de sencillo y humilde. “Es la mejor enseñanza que estamos dejando con esta novela, y que él nos dejó con su vida”, sostuvo.

Lamentó mucho que ahora Joe no pueda ver el crecimiento del personaje en la novela, y confesó que tanto él como el resto del elenco, siempre pensaron que el músico se levantaría de la crisis de salud, como lo había hecho en anteriores ocasiones.

Respondió unas cuantas preguntas sobre lo que le espera en nuevas grabaciones con canciones del Joe para llegar hasta unas cien, y luego se marchó con el resto del elenco. Más tarde estaría en una tarima frente a la Catedral, cantando Tania a capela, mientras el ataúd empezaba su largo viaje al cementerio.

Javier Franco Altamar
Julio 28 de 2011

Publicado en ADN-Barranquilla

1 comment:

Anonymous said...

Me gustó esta noticia. A pesar de que ya finalizó la telenovela en Panamá, no había leído esto.
Es cierto la sencillez y la humildad fue el efecto que en mí dejó la caracterización del personaje del gran cantante. Felicidades a todos.