Friday, November 13, 2009

El creador de Mundo Lindo


Por: Julia C. Martínez
Estudiante de Comunicación Social
Universidad del Norte


A sus cuarenta años un hombre inválido de nacimiento, que nunca había tenido relaciones con una mujer, disfrutaba por primera vez lo que por tantos años se había reprimido y lo que su cuerpo ansioso esperaba experimentar. Un día, decidió pedirle a su hermana, la única mujer con la que ha vivido, que le consiguiera una compañera de cama, pues no quería morir sin haberlo hecho siquiera una vez.

Con ayuda de un vecino, consiguieron que una humilde campesina de un corregimiento cercano al pueblo accediera y con un manual de instrucciones que le dio aquel sobre cómo debía comportarse, “El niño”, como suele llamarlo su hermana, estaba preparado para cumplir sus deseos. Sin que lo supiera y solamente con el fin de asegurarse de que todo marchara correctamente, el vecino y la hermana observaron durante todo el tiempo a través de un pequeño orificio, lo que el niño Luis y la campesina hacían debajo las sabánas.

Después de que el acto se consumiera, cansado pero aún sediento de más, Luis quería volver a iniciar. Sin embargo, con sinceridad y mientras le daba caricias de consuelo la campesina le decía “yo sé que no vas a poder comenzar otra vez, así que no lo intentes, pero algo sí te digo niño, tú te estabas perdiendo de vivir de mundo lindo”.

Con el tiempo el pueblo se enteró de la historia, pues una canción que reunió en su título las últimas palabras de la campesina –Mundo Lindo- era cantada en cada oportunidad, en especial, en los festivales y las fiestas patronales de Juan de Acosta. El vecino, aquel que arregló el encuentro sexual de El niño y quien luego fisgoneó su celebración era Edilberto Imitola, afamado compositor de la zona.

El señor Edilberto dedica sus largos ratos libres a darle rienda suelta a su imaginación para escribir las letras de sus singulares y pintorescas canciones. Desde muy joven, le ha gustado componer y es algo, como el mismo dice, innato en él, como una especie de don que no solamente le permite crear las letras de las canciones sino que al mismo tiempo las melodías y el ritmo de ellas.

Aunque hace diez años ya no dicta clases ni en la primaria o secundaria, aún es reconocido o visto como el profesor del pueblo, ya que durante sus 41 años de docencia tuvo la oportunidad de educar a muchas de las generaciones de Juan de Acosta. “A mí me estiman mucho acá, todos los que ahora son grandes y profesionales pasaron por la mano de uno”, sostuvo orgullosamente el profesor.

Mientras hablaba, en su rostro el dibujo de las líneas de expresión que ahora están fuertemente marcadas dejaba, inevitablemente en evidencia sus 77 años de vida. Lo poco que le queda de cabello sigue tratando de combatir el paso del tiempo, sus grandes anteojos no hacían más que reforzar esa imagen de hombre mayor y la inmensa sonrisa que mantuvo durante toda la conversación lo invitaba a uno sentir cierta complicidad con él. Dice sentirse complacido con la vida que lleva y es que verdaderamente le ha sabido sacar el jugo. “Yo mismo me pregunto cómo hacía para hacer tantas cosas, hoy es que me pongo a pensar como me alcanzaba a mí el tiempo para dedicarme a tantas cosas”, reconoció.

Este hombre de espíritu inquieto no se conformó con ser compositor y docente, sino que repartió su tiempo para ser además constructor. Se lanzó al reto de construir unas cabañas sin siquiera tener la certeza de que era bueno para ello, pues nunca estudió arquitectura o algo parecido. “Las cosas en mi vida se han dado de manera espontánea, resulta que por acá no habían ingenieros, ni arquitectos que vinieran a trabajar para construir una que otra casita, entonces el hombre que fundó Playa Mendoza, el señor Eduardo Mendoza me puso a cargo de las construcciones de las cabañas”.

Como el amor por la música corre por sus venas, Edilberto aprovechaba cualquier oportunidad para participar en las presentaciones de la banda que su hermano José Arturo dirige, la banda San Antonio de Piojó. Cada vez que se presentaban con Edilberto no cantaban temas de otros autores sino los escritos por el mismo.

Aunque no es oriundo de Juan de Acosta, siente que es su verdadero hogar pues ha vivido en él por más de 50 años además de que fue el escenario en donde floreció el amor entre él y su adorada esposa. De ese matrimonio que él describe como magnífico nacieron cinco hijos, dos hombres y tres mujeres.

Siempre está armado con un lapicero y una hoja en blanco que lleva consigo en sus bolsillos, puesto a que sabe que la inspiración no tiene hora ni fecha y puede aparecer en los momentos menos inesperados. Muchas de sus canciones han sido grandes éxitos en el pueblo y otras incluso han sido más allá de Juan de Acosta, ya que cuatro de sus composiciones han sido grabadas por diferentes artistas o grupos musicales. Entre ellas están Alegre Carnaval, la Mujer Costera, El amor es como una lotería y la más reciente Mundo Lindo, letra que además lo llevo a aparecer en la pantalla chica a nivel nacional e internacional en el programa Mundo Costeño.

Yo tengo, yo tengo, yo tengo un buen trabajo,

La cargo, la acuesto y la paso del carajo

Chiquichá, chiquichá, chiquichá

Mundo lindo es pa’ gozar

Chiquichá, chiquichá, chiquichá

Aquí es chéverre trabajar,

Aquí es chéverre trabajar mundo lindo es pa’ gozar

La cargo, la bajo, pues todo terminó,

Cansado, cansado mundo lindo me dejó

Quisiera, quisiera de nuevo comenzar

No puedo, no puedo, tengo que descansar

Chiquichá, chiquichá, chiquichá

Quien viaja a mundo lindo no quiere regresar

Porque es tan sabrosito, se quiere allí quedar



Barranquilla, noviembre 13 de 2009